sábado, 2 de abril de 2016

Altamira, una película para todo buen docente #AltamiraEDU

Esta mañana hacía mi habitual ronda de preguntas planas para no influenciar y poder escuchar sensaciones y sentimientos. Cuando pasé por un curso de "desahuciados" del sistema a los que habíamos llevado a ver la película Altamira, descubro que el impresentable del profesor de tecnología se estaba saltando el temario de su área y les estaba proyectando imágenes e informaciones sobre la cueva.

Interrumpo, casi con ganas de llamarle la atención al indocente y a sus revolucionarios discípulos, y les hago la pregunta en cuestión. Fría, alejada de cualquier atisbo de pasión que pervirtiese la más mínima chispa que provocase a su vez manipulación alguna por mi parte.
¿Qué les pareció la película?
Si eso no es educación (disruptiva) que alguien haga un experimento y me demuestre lo contrario.

Provocar (te invito a ver algo que nunca verías).
Alumbrar (descubres que te gusta).
Despertar pasiones (quiero saber más).
Saltarse temarios, áreas (lo que importa es el deseo de aprender).

Burro cargado, busca camino. Pero no se equivoquen, no hablo del burro de Tomás de Iriarte (ilustre portuense, maestro fabulador). Hablamos del burro masacrado por la antigua (y en buena medida, persistente educación) al que una vez se le muestran los caminos, ya se aventura solo.

Llamo aparte al citado profesor, para no reprenderlo delante de sus alumnos (como por otra parte merecía) y al cuestionarle por el motivo de tal arrebato, me indica que los alumnos no paraban de preguntarle cosas acerca de la película, de la cueva, de Sautuola.

Sautuola. Ya sabían de su existencia. No los culpo.
¿Cuántos españoles conocían su existencia?

Espero que después de la obra de Hugh Hudson, protagonizada por Antonio Banderas y producida por Alvaro Longoria, Lucrecia Botín y Andy Paterson, algún españolito más tenga conocimiento de una historia que nunca debió permanecer en el olvido.

Esta noche asistí nuevamente a disfrutar de la película. Había prometido llevar a mi hija y a una amiga suya. Su amiga, al terminar la película, comenta que no entiende que no la lleven a ver más películas como esa.

Craso error y doble error. No me voy a extender más al respecto. Ya lo hice en este anterior post:
El burro es un animal en evolución (también, por desgracia, en peligro de extinción). Darwin ya lo argumentó. 

Sin la curiosidad innata y el candil que nos ilumine y nos permita descubrir nuestra propia cueva es imposible disfrutar de nuevos aprendizajes.

La escuela, en no pocas ocasiones, pervierte el orden natural del aprendizaje. Acaba con la curiosidad, con el afán por saber, por descubrir, por ver cómo funciona algo, por preguntar, por imaginar, por crear...

María. - Hago demasiadas preguntas.-

Marcelino.- Nunca se hacen demasiadas preguntas.-
Marcelino Sanz de Sautuola fue un auténtico maestro para su hija. Saltó muros, derribó paredes, llevó el conocimiento allá donde se encontraba. Lo investigó, lo contrastó, lo puso en cuestión... Y también lo contagió.

La educación es, o debería ser, salir al campo, mostrar imágenes en movimiento. No estáticas, sino tal y como se producen.

Educar es cuestionar, es admitir el desconocimiento, para después perseguirlo:
María. - ¿Quién los pintó?-

Marcelino. - No lo sé-
Si en educación no asumimos riesgos, esta se vuelve monótona y aburrida. Convierte en pobre nuestra vida.

Soñar es clave para aprender. Si no logramos que el conocimiento nos impregne de imágenes que nos hagan evocar e imaginar nuevas situaciones, nuevos planteamientos, careceremos de motivos para seguir adelante.

Si lo que experimentamos no encaja con nuestras ideas. Entonces, es que nuestras ideas estaban equivocadas. 

Para investigar, necesitamos humildad. Esa humildad imprescindible para reconocer que lo que creíamos saber, no es válido.

Ante un hecho, no hay que tener miedo. Dejar atrás el miedo a los hechos probados. Los grandes pedagogos ya los probaron en sus praxis educativas desde hace años. Ahora, la neurociencia comienza a corroborar muchos de sus postulados. 

Y ante todo esto, la mujer ya estaba presente en la prehistoria, en el arte, en la ciencia, en la curiosidad. La falta de humildad hizo que lo olvidáramos. Picasso nos lo recordó:
«Después de Altamira, todo parece decadente»
En la escuela nos dan las respuestas y las respuestas las debe encontrar cada uno. Las preguntas no deben corresponder al profesor en los exámenes. Deberían ser patrimonio del alumno. El método científico llevado a la docencia. Sautuola.

Marcelino se cuestiona sobre la imperiosa necesidad de conocimeinto. Se atormenta. Pero en el fondo conoce la verdad. No es la vanidad, sino el deseo: 

¿Qué más necesitas saber? 

Todo. Más preguntas. Entender

Y después, el conocimiento deja de pertenecerte. Debes compartirlo. Debe abandonar tu aula y llegar a la de al lado.


No existe el no puedo. Claro que puedes. Eres un burro en evolución, no lo olvides. Pintar es observar.

Dejarlo en paz ¿para qué?¿ Para seguir encerrados en la ignorancia educativa? El conocimiento nos hará libres. Cuestionar hasta lo que parece incuestionable.

Al propio dogma científico. Si no admite pruebas que desafían su conocimiento, no es ciencia

Ya lo sufrió en propias carnes Sautuola. Era un visionario, el tipo de hombre que despierta la envidia del hombre pequeño, mediocre que juega a ser grande llenando su agenda de inmundicias y cuestionando el que es capaz de innovar realmente.

Marcelino Sanz de Sautuola creía en la ciencia con dogmática fe, olvidando que estaba hecha por el hombre y sometida a sus vanidades e intereses (espurios y envidiosos en tantos casos).

Esto es ciencia:
  • Una idea (una curiosidad, imaginación, un experimento, una prueba, una refutación).
Esto es educación, la educación de Marcelino Sanz de Sautuola. La que se procuraba a sí mismo. La que inducía a su propia hija. 

Docente, te recomiendo que te pongas las gafas modelo Sautuolaque adquieras un lote para tus alumnos (no son caras) y no dejes de ver esta buena película, cargada de valores educativos, científicos, históricos, artísticos, críticos y, después de haberla visto por segunda vez, también metodológicos.


3 comentarios:

  1. Excelente post, Jesús, se notan y transmiten tus emociones. Ahora tengo más deseos de ver la película. Gracias por compartirlo y comprometerte con ella. Un abrazo.

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  2. Muchas gracias, Dolores. Creo que no te defraudará. Un abrazo

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  3. Esta tarde voy a ver Altamira. Gracisa por tus palabras Jesús. Un abrazo.

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